Primeras traductoras públicas en Argentina: breve reseña histórica sobre las colegas de comienzos del siglo XX


¿Alguna vez te preguntaste cómo fue que las mujeres terminamos siendo la inmensa mayoría en el mundo de la traducción? Hay diversos factores sociales, económicos y culturales que tienen mucho que ver —y que exceden ampliamente el propósito de esta entrada—, pero hoy nos centraremos en la historia de las primeras que lograron entrar en ese mundo profesional en nuestro país. En este artículo, haremos un breve recorrido histórico para entender nuestros orígenes como colectivo profesional e inspirarnos con la vida de tres grandes mujeres que se desempeñaron como traductoras públicas a comienzos del siglo XX.

 

Ubicación témporo-espacial

En 1884, se promulgó la Ley 1420 de Educación común, que sentó las bases del sistema de educación común, gratuita y obligatoria de la República Argentina. Menciono este hito de la historia porque, hasta ese entonces, la gran mayoría de las niñas y las mujeres eran analfabetas, entonces era prácticamente impensable que recibieran un título profesional.

Pocos años después, en 1897, se reglamentó por primera vez la entrega de diplomas periciales para traductores públicos, tal como señalan las colegas e investigadoras María Cristina Magee y Mercedes Pereiro en una nota para la Revista CTPCBA N.° 96. Huelga decir que, si bien recién en ese año se reglamentó la entrega de diplomas periciales, en ese momento ya había personas desempeñándose como traductoras para contribuir al desarrollo de la incipiente nación argentina en su relación con los países del extranjero.

 

La pionera de la traducción pública

En 1901, Felisa Gay, una joven francesa que hasta entonces se dedicaba a la enseñanza de idiomas, se graduó de la Escuela de Comercio de Buenos Aires y obtuvo el título habilitante para ejercer la profesión de traductora pública. Como se indica en la sección Actualidad estudiantil del N.° 167 de la revista Caras y Caretas, hasta ese momento solo los varones habían ejercido la profesión.

No logré encontrar muchos detalles sobre la vida de nuestra primera representante en la profesión, pero tuvo al menos una obra publicada, cuyo título fue Cent thèmes espagnols («Cien temas españoles») y vio la luz en 1906. Por ende, podemos afirmar que Felisa nos representó de forma muy seria y sentó un precedente sobre nuestro compromiso con la profesión al haber logrado tanto en tan poco tiempo. El mérito es doble si tenemos en cuenta que, además de vivir en un mundo dominado por varones, publicó un libro en una época en la que, a pesar de la implementación del sistema de educación común, los mayores índices de analfabetismo seguían encabezados por las niñas y las mujeres.


¿Cómo era el trabajo de las traductoras públicas a comienzos del siglo XX?

En su obra Mujeres tenían que ser, Felipe Pigna nos cuenta que la Ley de Educación común pronto empezó a dar frutos y esta afluencia de mujeres y niñas lectoras hizo que los medios de comunicación escrita empezaran a incorporar secciones destinadas a ellas. Como contrapartida, esto significó una mayor presencia de trabajadoras en la prensa y, sin lugar a dudas, una de las más sobresalientes fue la traductora pública Ada María Elflein (1880-1919).

Ada era hija de padres alemanes, por lo que dominaba el español y el alemán a la perfección. También hablaba inglés y francés. Trabajó en La Prensa como redactora y fue una de las primeras escritoras destacadas de la literatura infantil. Su labor periodística la convirtió en la primera mujer miembro de la Academia Nacional de Periodismo. Entre sus clientes de traducción, se encontraba el General Bartolomé Mitre, para quien hacía traducciones del alemán.

Al igual que Felisa, Ada era una mujer adelantada para su época: en vez de quedarse en su casa desempeñando tareas domésticas, recorrió toda la Argentina junto con la pionera del feminismo Mary Kenny alentando a las mujeres a independizarse y a dejar de lado los prejuicios para perseguir sus objetivos.

Hoy en día, varias calles y escuelas del país llevan el nombre de Ada. ¡Qué orgullo que una de las primeras traductoras públicas de nuestro país haya sido una colega con tantísima trayectoria!

 

¿Y la traducción jurídica?

Alberto David Leiva elaboró un trabajo sobre la vida de otra gran mujer que enalteció la presencia femenina en la profesión. Se trata de María Angélica Barreda (1887-1963), quien, además de ser traductora pública de inglés, francés, portugués e italiano, fue la primera abogada matriculada de nuestro país. Sin duda alguna, María Angélica tenía una marcada especialización en traducción jurídica, puesto que intervino en más de 500 juicios y se desempeñó como jefa de asuntos legales de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Un dato curioso es que tanto María Angélica como Ada fueron alumnas de Mary Olstine Graham, una de las docentes convocadas por Sarmiento para la creación de escuelas normales. ¡Qué importante fue el acceso de las niñas a la educación formal!


Conclusiones

A lo largo de este artículo, aprendimos sobre la vida de tres mujeres que dejaron su huella en la profesión de la traducción pública y nos abrieron el camino a las miles de traductoras que ejercemos esa noble tarea hoy en día.

La traducción es una profesión multifacética, y estas tres mujeres son una prueba fehaciente de ello. Si algo tienen en común estas historias tan diferentes, es que todas son inspiradoras y contagian esas ganas de vivir nuestra profesión con compromiso y entrega.

Honremos la memoria de Felisa Gay, Ada María Elflein y María Angélica Barreda, que pasaron a la historia como destacadas colegas a pesar de las adversidades culturales que les impuso su época. Tomemos su ejemplo para seguir jerarquizando nuestro trabajo y reforzando nuestro compromiso como mujeres profesionales.

 

Fuentes de consulta:

·        Entrevista a las traductoras públicas Mercedes Pereiro y María Cristina Magee «La memoria del Colegio hecha libro», publicada en la Revista CPTPCBA N.° 96. Disponible en: https://issuu.com/revistatrad/docs/rev96web [consultado el 03/10/2020].

·        LEIVA, Alberto D., La matriculación de la primera abogada argentina: María Angélica Barreda [en línea], Prudentia Iuris. 2012, 74. Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/2666 [consultado el 03/10/2020].

·        PIGNA, Felipe, Mujeres tenían que ser. Historia de nuestras desobedientes, incorrectas, rebeldes y luchadoras. Desde los orígenes hasta 1930., 1.a ed., Planeta, Buenos Aires, 2012.

·        Revista Caras y Caretas N.° 167 del 14/12/1901. Disponible en: https://books.google.com.ar/books?id=H247AQAAIAAJ&pg=PP670&lpg=PP670&dq=%22felisa+gay%22+%22traductora%22&source=bl&ots=ETHYgs0G96&sig=ACfU3U1iLv2HP5shV-RMS1O5I_KDFZKhSQ&hl=es-419&sa=X&ved=2ahUKEwiXnty_5ZjsAhUpHbkGHYJyAyEQ6AEwAXoECAEQAg#v=onepage&q=%22felisa%20gay%22%20%22traductora%22&f=false [consultado el 03/10/2020].

·        Sitio web de la Biblioteca Nacional de Maestros: http://www.bnm.me.gov.ar/novedades/?p=32262 [consultado el 03/10/2020].


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